La inversión de
impacto es un enfoque poderoso que combina rendimientos financieros con un
impacto social y ambiental positivo, el cual permite a los inversionistas
alinear su patrimonio con sus valores y contribuir a mejorar el mundo. Para las Oficinas de Familia, las inversiones
de impacto representan una oportunidad única, una que se alinea con su cultura,
misión y perspectiva de largo plazo.
¿Por qué
considerar la inversión de impacto?
Existen varios
motivos que justifican por qué las Oficinas de Familia hacen inversiones de
impacto como parte de su estrategia de inversión:
1. Impacto
positivo: Todas las inversiones tienen un impacto, ya sea intencionado o no. Al
participar activamente en una inversión de impacto, las Oficinas de Familia
pueden crear intencionalmente efectos positivos en la sociedad y en el medio
ambiente.
2. Alineación
con los valores: Las inversiones de impacto permite a las familias poner sus
creencias en acción; no se trata solo de lograr rendimientos financieros, se
trata también de hacer la diferencia.
3. Impacto neto
positivo: A diferencia de hacer inversiones tradicionales y luego donaciones a
actividades filantrópicas por separado, las inversiones de impacto apuntan a
lograr un impacto neto positivo desde la misma inversión. Al momento de hacer
la inversión, se consideran aspectos financieros y beneficios sociales y
ambientales.
Las oficinas
de familia como pioneros en las inversiones de impacto
Algunos de los
pioneros más exitosos en las inversiones de impacto son las oficinas de familia,
estas son algunas de las razones:
1. Valores
compartidos: las oficinas de familia a menudo reflejan valores y propósitos
profundamente arraigados. Las inversiones de impacto les permite transmitir
estos valores sin comprometer la rentabilidad financiera.
2. Perspectiva
de largo plazo: Las oficinas de familia tienen la ventaja de poder invertir a
largo plazo. A diferencia de los inversionistas institucionales o los fondos de
capital privado, que tiene casi siempre un horizonte de tiempo limitado, pueden
enfocarse en lograr un impacto sostenible a lo largo del tiempo, inclusive a
través de varias generaciones.
La pregunta
ahora no es si las oficinas de familia deberían considerar inversiones de
impacto, sino por qué no las inversiones de impacto se alinean con los valores
de la familia, garantizando un impacto neto positivo; las mismas no tienen por
qué comprometer la rentabilidad financiera. Es posible lograr ambas cosas. Para
empezar a considerar este tipo de inversiones, las familias deben establecer
cuáles son los objetivos de impacto que más los motivan, así mismo, ponerse de
acuerdo con toda la familia sobre estos y establecer indicadores de cómo les
gustaría medirlos. Como Oficina de Familia, hacer inversiones de impacto que puedan
generar un legado que trascienda la riqueza financiera: un legado que refleje
su visión de un mejor mundo.